miércoles, 14 de julio de 2010

Promesas Bajo las Estrellas (5)

Recordamos que hemos colgado el capitulo 4 y el capitulo 5 seguidos. Esperamos que los disfrutéis.

El móvil de Isabella comenzó a sonar y pusieron toda su atención en ella dejando su conversación en un segundo plano.

“Issi, tengo que hablar contigo y Anne. Conéctate esta noche y hablamos. Un beso.”

Al terminar de leer el mensaje alzó la vista y se dio cuenta de que la estaban mirando.

-Era Danna.

-¿Y bien? -preguntó Anne.

-Nada importante.

-Ahora vengo chicas –dijo Chad dirigiéndose hacia el mostrador.

Anne aprovechó la situación para preguntar:

-Dime, ¿qué quería?

Siempre que Anne se proponía hacer algo lo conseguía. Quizás por eso se sentía tan mal al no ser correspondida por André. Ella siempre había sido una niña mimada a la que le daban todo lo que quería. Isabella estaba segura de que Anne no quería tanto a André como aparentaba. Tan solo sentía rabia al ver que él era el primer chico que no la correspondía. Seguramente se sentía igual que un niño pequeño cuando deseaba con todas sus fuerzas tener un juguete y nadie se lo daba.

-Me dijo que me conectara esta noche porque tenía que hablar con nosotras.

-¿Qué andáis murmurando? -dijo Chad detrás de ellas.

-Cosas de chicas –respondió Anne de forma misteriosa.

-Ya he pagado, es hora de irse.

-Tienes razón -dijo Isabella dándole la razón.

-Señorita –dijo haciendo una reverencia y cogiendo de la mano a Anne para ayudarla a levantarse.

Esta sonrió de forma tan radiante que podría iluminar hasta el rincón más oscuro del alma de cualquier ser. Agarró su mano y se levantó. Acto seguido él se dirigió a Isabella e hizo lo mismo. Esta respondió de forma distinta negándose a coger su mano y levantándose por sí misma:

-No hace falta que me ayudes -y mostró una sonrisa sincera y tímida.

Se despidieron y cada uno retomó su camino. Una hora después estaban en casa. Anne poniéndose un camisón el cual se ajustaba a su cuerpo mostrando descaradamente sus cuervas altamente definidas. A pesar de ser muy alta y delgada, tenía más curvas que Isabella. La cual a veces sentía algo de enviada por ello. Ella estaba encendiendo el ordenador para hablar con Danna. Estaba ansiosa por saber que es lo que tenía que contarles. Al iniciar sesión vio que no estaba conectada, en lugar de eso ella le había dejado algo escrito:

“Isabella, mañana al mediodía voy a ir con mis padres a la casita que tenemos en el campo. El plan es pasar el día entero allí. Le he dicho a mi madre que si podíais veniros tú y Anne y aceptó. Si no hay ningún problema pasaremos a recogeros aproximadamente a la una. Déjame tu respuesta por si cuando vuelva no estáis.”

Isabella miró a Anne que estaba detrás de ella leyendo el mensaje y movió la cabeza señalando la puerta. Anne debió de entenderla ya que inmediatamente se levantó y fue directa a la puerta, Isabella la seguía. La madre de esta estaba de acuerdo, cuando se trataba de salir con Danna siempre la daba permiso. Ángela, la madre de Anne, dudó un poco pero finalmente accedió. Tras haberle confirmado a Danna que iban a ir se metieron en la cama. Como no tenían ganas de dormir comenzaron a hablar.

-Anne.

-¿Qué?

-Háblame de Chad.

Anne que estaba tumbada en un colchón que estaba situado en el suelo, se tumbó de lado para mirar a Isabella que estaba en la cama.

-¿Qué quieres que te cuente de él?

-Cuéntamelo todo desde que os conocisteis hasta ahora.

-Como te conté anteriormente, nos conocimos cuando comenzó el instituto y además de una forma curiosa.

-¡Cuéntame!

-Era el primer día de instituto, recuerdo que iba con dos amigas que habían estado en mi clase durante toda la etapa del colegio. Había tenido suerte porque nos había tocado en la misma clase. Me sentía alegre y algo nerviosa por descubrir cuáles eran mis nuevos compañeros. Íbamos a entrar por la puerta del aula cuando un chico paso a mi lado corriendo y me golpeó en el brazo tan fuerte que me hizo perder el equilibrio. Él se dio cuenta y se dio la vuelta diciéndome:

-Perdona.

Otro chico pasó a mi lado atravesando la puerta y fue corriendo hacia el chico que me golpeó. Esté salió corriendo.

-Esto parece una jungla -dijo una de mis amigas.

-Cuánta razón tienes.

Entramos a la clase. Mis dos amigas se sentaron juntas y yo sola detrás de ellas. Todavía había gente correteando por el aula. Entró una profesora que parecía muy estricta.

-¡Todos a sus asientos! –gritó.

En menos de un segundo todos estaban ocupando una silla. El chico que me golpeó anteriormente se había sentado a mi lado. Cuando la profesora salió del aula él se dirigió a mí.

-Esa profesora da mucho miedo, por cierto me llamo Chad.

Parecía simpático.

-Mi nombre es Anne.

A medida que avanzaba el curso, mi amistad con él se iba haciendo más fuerte. Me demostró que podía confiar en él plenamente. Mis amigas pensaban que entre nosotros había algo más que una buena amistad ya que siempre estábamos juntos. Pero se equivocaban. Yo veía a Chad como mi mejor amigo, como si fuera mi hermano, jamás me había fijado en él como un hombre que me pudiera interesar. Pero a medida que fuimos creciendo, el cambió de ser un niño escuchimizado y poco desarrollado a un hombre bastante atractivo. Ya me era inevitable no fijarme en su atractivo físico. Aunque yo fingía no tener interés en él para intentar convencerme de ello, solo me estaba mintiendo. Era lo más fácil, así nuestra amistad no corría peligro. Por un lado algo me impulsaba a querer sentirlo cerca de mí. La verdad, no te voy a negar que más de una vez he sentido ganas de besarlo, pero por otro algo dentro de mí constantemente me recordaba que me jugaba mucho. No estaba segura de lo que quería ni de lo que era lo correcto.

Anne miró a Isabella, esta estaba dormida. Se preguntaba si habría escuchado todo lo que le había contado. Se dio la vuelta y se durmió.

A la mañana siguiente estaban preparando lo que se iban a llevar al campo.

-Isabella, anoche te quedaste dormida mientras te contaba lo de Chad, ¿recuerdas hasta donde escuchaste?

-Lo último que escuché creo que fue lo de que cambió de ser un chico poco desarrollado a un hombre atractivo. ¿Me dijiste algo más?

Anne se quedó pensativa y finalmente respondió:

-No, no dije nada más.

El timbre sonó.

-¡Chicas ya están aquí! -dijo la madre de Isabella desde la puerta de la entrada.

-Ya vamos mamá.

La casa de campo estaba a las afueras de la ciudad. Tardaron aproximadamente media hora en llegar. Pasaron el rato escuchando música y hablando así que el camino se les hizo muy corto.

4 comentarios:

Shadow of the Dark dijo...

Mmm, no se yo si Anne es mucho de fiar...
Publiqué en mi blog, pasáros si quereis e hice un nuevo blog:
http://shadowandbooks.blogspot.com/
Saludos :)
Shadow

J.P. Alexander dijo...

Ay que capi tan dulce y concuerdo con Shadow anne es media rara

Anónimo dijo...

oooo es preciosoo el cappp porfaa siguee escribiend k seguroo k as escritoo m,as
tu mayorr fann
bss wapaa

αṉģÿÿ dijo...

tu blog es genial.¿afiliemos,te sigo y me sigues?mi blog es en ingles pero ay traductor en el pagina. avisame y me dejes el link de tu blog para encontrarte- http://checktheseblueskiesout.blogspot.com

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